Thursday, December 31, 2009
Luz y Tigris.
Leica M6+ Cron50+ Tri-X. Egil, afueras de Diyarbakir, Kurdistán turco.
En un post anterior ya hice coprotagonista del mismo al río Tigris. Tiene algo de emocionante estar en lo que fue el centro del mundo y que ahora, si se sigue todo recto río abajo, es el centro del pollo. Pero no lo hagan: acabarían al ast. Dejaremos el blanco y negro para jugar en color, en el color de la Minolta Hi-Matic 7SII que comentábamos ayer...
Minolta Hi-Matic II7S +FujiPRO400H, Hasankeyf, Kurdistán turco.
Por estas latitudes el río es vida. Como si un río pudiera ser otra cosa. Aunque por aquí la vida transcurre con otro tempo: son tantos miles de años de Historia los que nos susurran desde cada piedra, que a uno se le ensordece el ego y toma conciencia de mota de polvo. De ese frenesí que en Occidente llamamos Progreso, en este Oriente están de vuelta... de momento, claro, que de ese virus hemos de morir todos.
Minolta Hi-Matic II7S +FujiPRO400H, Hasankeyf, Kurdistán turco.
Maliciosamente, hay quien me ha recordado que estas fotos le remiten a otras sillas que aparecieron por aquí. Puro collage de confusión, que estos tronos lo son del veraneo libre y ocioso, una patria con la que soñar, sin piratas malos ni princesas sometidas.
Minolta Hi-Matic II7S +FujiPRO400H, Hasankeyf, Kurdistán turco.
Unas lonas nos cobijan del sol hiriente. Nos zampamos unos pescados a la brasa cocinados en la orilla, mientras el Tigris corretea bajo nuestros pies, refrescándonos el agosto. Estas últimas fotos, las de colores, corresponden a un lugar que en un par de años será el fondo de un pantano. Sí, no hay prisa, pero el tiempo pasa.
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