Sunday, February 28, 2010

Sense paper

Si ayer faltaban las palabras, hoy lo que falta es el papel.



Florecen ya en Barcelona los primeros restos arqueológicos de una época que se va. Lloraba Paco Elvira esta pérdida en un post reciente: se preguntaba qué será de los suelos recién fregados, cómo los vamos a pisar sin un papel de periódico con el que dibujar senderos. No hay que preocuparse: con el iBook que nos va a caer encima habrá millones de libros que deshojar, lentamente, haciendo digerible la transición hasta un Fahrenheit 451 donde la cultura se consumirá con supositorios.

Señores, vaselina.


Tuesday, February 23, 2010

Ludwig Wittgenstein. Tractatus logico-philosophicus. Apunte número 13.

5.135 "Del darse efectivo de un estado de cosas cualquiera...



... no se puede, en modo alguno, deducir el darse efectivo de otro enteramente distinto".



No sé si se habrá entendido...


Monday, February 22, 2010

La vella nit es posa... un altre cop, vint-i-cinc anys després que en Salvador Espriu se n'anés...




LA VELLA NIT ES POSA
de nou l'abric.

Se'l corda amb una llarga
cançó de grills.
Salvador Espriu



Veinticinco años sin Espriu.
"LA VIEJA NOCHE SE CUBRE de nuevo y se abrocha el abrigo con una larga canción de grillos"

Saturday, February 20, 2010

Noticia de dos secuestros.

No pretendo ser más chulo que Gabriel García Márquez, pero son dos los secuestros de los que voy a hablar. Por cierto, que lo del "realismo mágico" del que se sirve Gabo me parece de un Perogrullo tremendo: ¿Cómo coño no va a ser mágica la realidad? Porque la entrada va de esto: toda ficción es realidad domesticada. Y es que de otro modo, no hay quien se la crea...

SECUESTRO NÚMERO 1. CAIRA.

El perro en este caso es perra. Una perra que no ladra, un chollo vaya. Valorada en 15.000€: es el precio que se pidió por su rescate. Si quieren conocer el chucho, miren abajo y lo verán colgando frente a la cárcel Modelo de Barcelona. Por cierto, que la palmera que se ve al fondo, la larguirucha, es la palmera más alta de la ciudad. Modelo, penal tropical...


¿Qué? Mola la perra, ¿no? Les imagino a ustedes buscando los 15.000€... ¿Será que su collar engarza diamantes? ¿Será que la perra caga trufas? Frío, frío...

Cuentan aquello de alguien tan pobre que sólo tenía dinero. Pues debemos introducir ahora en la historia a una señora por el estilo: con unos ahorros en el banco y muy poco tiempo por delante. Ah, y una perra que le guarda la casa: sí, Caira.

Llega el día en que la señora se quiebra. Ingreso en el hospital, pronóstico incierto, una familia lejana que queda demasiado lejos y la perra sola en casa. Mal. Se busca una chica de adolescencia derrapada y le ofrece 800€ al mes para que cada día le dedique un tiempo a su Caira: darle de comer, sacarla a pasear, esas cosas. Sí, la señora se pasó tres pueblos con el sueldo, que por ese dineral hasta se le enseña solfeo a la perra... El caso es que la familia lejana (que paradójicamente se trata de una familia muy cercana a este antropógrafo que subscribe, ¿o seré canígrafo?) cada fin de semana se patea doscientos kilómetros de ida y otros tantos de vuelta para ver cómo la señora alarga su mala salud, mientras Caira parece menguar domingo a domingo. Algo va mal.

¿Se acuerdan de Epi y Blas? Aparte del episodio dónde enseñaban la diferencia entre cerca y lejos, cuentan con otro no menos estimable donde explicaban lo de los escrúpulos. La chica que cuidaba el perro, trágicamente, ese día no puso la televisión, así que Caira tuvo que pagar el pato, un pato de dejadez, abandono e inanición. Ni riñas ni regañinas espabilaron a la chica, que decidió persistir en la desidia hacia el cánido. Cuando entendió que a cambio de nada perdería el chollete de mensualdidad, agarró a Caira, se la llevó para casa e hizo una llamada al hospital: o le pagaban 15.000€, o se podían despedir de volver a ver a Caira. No hizo falta llamar a los geos: se presentó la familia lejana y tras un pollo se hicieron con la perra. Caira actualmente vive en Castelldefels, sin pollos ni patos, con una nueva identidad y bajo la protección de la parentela de esa señora que no se acaba de decidir a traspasar. Y por muchos años.

SECUESTRO NÚMERO 2. EL PERRO DEL BAR AZUL. OTRO PERRO QUE NO LADRA.

El Bar Azul habita el Eixample barcelonés. No voy a ser más concreto porque se trata de una joya que quiero sólo para mí. Además, ante los hechos luctuosos que allí acontecieron, conviene poner un velo que confunda su identidad, y es que los malhechores continúan campando por sus anchas. Y con placa. Si por casualidad alguien da con él, encontrará un fantástico bar de generoso menú diario. Quizás le dejen escoger entre un surtido de platos de aire gallego: lacón, pulpo , cacholas con cachelos, callos, caldo gallego... No obstante, según el humor del camarero, se puede encontrar que le plantifiquen ante las narices un plato de paella sin haber dicho ni mu, y esto después de hacerle compartir mesa con a saber quién... La cerveza, eso sí lo tienen, Estrella Galicia. Cuál sino...


A lo que íbamos. El día de autos amaneció como todos: entre la noche y la mañana. Aunque no tengo ni pajolera idea, me imagino que la cosa fue uno de los últimos julios acontecidos en Barcelona. Sólo los calores que por entonces se suceden pueden explicar tanto bochorno.

Suponemos entonces que a la hora del café de una tarde canicular, se acerca al Bar Azul una patrulla de la policía. Tras el "buenas tardes" de rigor y escondido tras un rictus de gravedad, el policía de más rango anuncia su visita como oficial, pues han recibido una denuncia: en el bar Azul están maltratando a un perro.

Al propietario del bar se le caen los cojones al suelo. Ante su cara de estupor, el policía vuelve a la carga: día sí, día también, tienen atado al perro ante uno de los ventanales del bar. Todo el día con la soga al cuello, haga frío o haga calor, desde los primeros cafés para los taxistas madrugadores hasta que la persiana baja a la noche siguiente. Eso es maltrato.

"Al perro no le falta agua y su plato de comida siempre lleno", arguye el inculpado. "No es un trato humanitario", responde el policía. "Pero el perro es incapaz de ladrar, no molesta a nadie..." Ni caso. Al final, el último cartucho que le queda al camarero: "pero es que el perro... el perro es de peluche, joder!".

Los policías ni se inmutan. Se llevan al perro como prueba dejando al aturdido con un triste recibo. Al cabo de un mes otros dos policías devolvieron el perro del bar Azul al bar Azul. No sabían qué hacer con él en comisaría. El ridículo ya estaba servido.





Thursday, February 18, 2010

Biciclismo indio (y alguna cuatrocicleta).




A la India llegué con una cámara rota. Mi Bessa L sonaba raro, así que disparé un carrete a lo loco y lo llevé a un minilab de Main Bazar Road de New Delhi, donde al cabo de una hora me expedían el certificado de defunción: dos metros de negativo sin exponer. Las cortinillas del obturador no volverían a levantarse. Al día siguiente cargaríamos a la espalda las mochilas a por Varanasi, Khajuraho, Agra, Rajastán, Punjab... Tres semanas largas de trote sin una cámara que llevarme al ojo...

Tenía dos horas de tiempo para comprar una máquina. Corrí al mercado subterráneo de Connaught Place, donde Federico Frangi (gran tipo que conocí jugando con la Rolleiflex en el Parc de la Ciutadella hace poco) me contaría que justo un año después también estaría husmeando por allí en busca de la cámara perdida que no encontró, por lo que se conformó con la Rollei que llevaba en el bolsillo y con la que ha realizado un trabajo realmente interesante. Pues en este mercado, aparte de tiendas de electrónica, hay un par o tres de tiendas de cámaras de segunda, tercera y hasta trigesimosexta mano. Di con una Nikormat de la que, tras dudarlo un buen rato, me desdije por desconfiar del objetivo: demasiado calor y humedad como para no convertir cualquier cristal en un criadero de hongos. Tampoco podía aprovechar las lentes de mi compañera de viaje y de tantas otras cosas: pese a ser Nikon, no disponían de la conexión mecánica al cuerpo que precisan las Nikkormat. Estaba claro. No me quedaba otra que mangarle la Nikon FE que, previsor, le había regalado meses antes. Se dejó hurtar y asunto arreglado. Buf..!

Digerido el contratiempo, ya podíamos dar comienzo a un viaje que fue sobre ruedas. Porque ruedas no faltaron. Me doy cuenta ahora, revisitando las fotografías, la cantidad de bicicletas que nos envolvían a cada instante...


Bicicleta en Khajuraho, donde los templos subidos de tono.


Bicicleta-tendedero, sin salirnos de Khajuraho.


Biciclista que no sabe de tallas. Un poema verle pedalear, colgado a estribor del aparato...


Bicicletas en domingo, con niños repeinados.

Niño sin domingo, pero en bici.



La vuelta al templo, sin maillot.


Bicicleta sobre blanco celeste.


Descabalgados con ciclo encabritado.


Monday, February 15, 2010

T-12

" La proposición representa el darse y no darse efectivos de los estados de las cosas".4.1



Per més que prenguem notes, quan les proposicions es posen tontes ens foten una hòstia que engeguen a parir panteres l'estat de les coses. Em cago en les putes proposicions. Tot el meu carinyo per a tu, G. Per a tu i per a la M.


Tuesday, February 9, 2010

Tractatus 11.

Parece que comparta trinchera con Wittgenstein. Por tercera semana consecutiva, no me voy a mover del punto 6.4311

Empezamos hace quince días por el final: "Nuestra Vida es tan infinita como ilimitado es nuestro campo visual". ¿Se acuerdan? Y la semana pasada decíamos que "la muerte no es un acontecimeiento de la vida. No se vive la muerte.", con lo que se iniciaba el punto 6.4311

Hoy, nos vamos al tajo que media entre ambos aforismos:

"Si por eternidad se entiende, no una duración temporal infinita, sino intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente".

Menudo "carpe diem" que se marca el tipo... Así que, ¿qué hacemos con la ola? ¿Nos la miramos o nos subimos a ella?

Como decía mi Mazinger Z, "no hay perdón para los timoratos..."




Leica M6+Cron50+Tri-X+ la playa de la Barceloneta

Wednesday, February 3, 2010

Y tú, ¿por qué haces fotos?

Como Napoleón o los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, batallo en multitud de frentes. Será por aquello de la épica de la derrota. Perderé, sí, pero lo que es aburrirme, nanai. Una de las batallas la libro en La Mítica Yi Fai (pronunciación en inglés casposo de una compacta digital de tiempos remotos: la Canon G5). Se trata de una amalgama imposible de tipos con una relación con la fotografía de lo más variopinto: desde quien la tiene por su santa esposa a quien la toma por su fulana, pasando por madre, puta, hija, amante, conocida, amiga... Ni se sabe el por qué la cosa funciona y de momento no me banean, pues muy bien calamar. El caso es que recientemente uno de los míticos, Pedro Saura (nada menos que catedrático de fotografía en la Facultad de Bellas Artes de la Complutense, gran tipo siempre que no se le mencione a Duchamp), nos lanzó una pregunta a la que hacía días que le daba vueltas: ¿POR QUÉ HACES FOTOS?


Pedro Saura cerveceando en el Pisamorena, D3 en mano.
Y no sólo dispara fotos: sus preguntas también hieren...


Miento. En realidad fueron dos preguntas, pero la segunda me la guardo para otro post.

En esta época de alocado frenesí y escalada tecnológica, tiene huevos que la pregunta con la que uno zozobra sea precisamente el "por qué". Con lo fácil que es llenar el rato disertando sobre ruido, tamaño de sensores, que si la foto química tiene más glamour, recortes y bla, bla, bla. Vale. Pero no. Hablemos de fotografía: ¿por qué hago fotos?

Cada uno tiene que contestarse a sí mismo. Fotografiar es como escribir, y habrá quien se sienta poeta, otro que quiera ser notario del Mundo, qué sé yo... Mi respuesta me ha sorprendido: a mí, la fotografía, plin.

No me interesa la fotografía por ella misma. Lo que me pide el cuerpo es contar historias. Bueno o malo, soy un cuentista, y me da un poco lo mismo hacerlo con una cámara, un boli bic o amontonando tochos uno encima de otro.

De todas formas, para respuesta interesante, la que apunta Fotosiqui en su último post. Paso de hacer un "copiar y pegar" que el muy animal es capaz de mandarme a la SGAE.


Tuesday, February 2, 2010

Ludwig Wittgenstein. Tractatus logico-philosophicus. Apunte número 10.


Cementerio de Sant Pere Molanta, diciembre 2008.
Leica M6+Skopar 25mm+Kodak Portra 400VC


La cosa se pone grave. Sin irnos del mismo punto que el tratado en la pasada entrega, les dejo así, a pelo, con una obviedad estremecedora, por más que le pudiera pesar a Millán-Astray:

"La muerte no es un acontecimeiento de la vida. No se vive la muerte." 6.4311

Otra vez silencio.