El refotógrafo Ricard Martínez, desde Arqueologia del punt de vista, nos invita a acompañarle a lo largo de la jornada del 19 de julio de 1936, siguiendo los pasos de Agustí Centelles. Cualquiera se resiste a tamaño canto de sirena, así que el sábado pasado me fuí con él, a lo largo de una mañana que fue escalofriante. La de Agustí Centelles empezó al salir el sol, a las 6, esperando a que despejaran los tiros que barrían la ciudad. Nuestra mañana empieza a las 10:30, coincidiendo con los primeros clicks de la Leica e Centelles.
Habrá más sábados, no se lo pierdan y reserven día. En "El beso de Judas", Joan Fontcuberta contaba, a propósito de Martí Llorens (buen amigo de Ricard M.) : " la fotografía no es un arte sino un combate con el tiempo. La máquina del tiempo no era pues el artilugio infernal que nos transportaba de una época a otra tal como soñó H.G.Wells, ni tan siquiera el mecanismo misterioso del reloj, sino lisa y llanamente la cámara fotográfica". Si tienen alguna duda al respecto, vayan y vean. Pero ya nada será lo mismo. Cuando la ciudad recupera la memoria se vuelve densa.
Ante la fotografía de Agustí Centelles, hasta el mismo Ricard Martínez se quedó desenfocado. No es para menos:
Habrá más sábados, no se lo pierdan y reserven día. En "El beso de Judas", Joan Fontcuberta contaba, a propósito de Martí Llorens (buen amigo de Ricard M.) : " la fotografía no es un arte sino un combate con el tiempo. La máquina del tiempo no era pues el artilugio infernal que nos transportaba de una época a otra tal como soñó H.G.Wells, ni tan siquiera el mecanismo misterioso del reloj, sino lisa y llanamente la cámara fotográfica". Si tienen alguna duda al respecto, vayan y vean. Pero ya nada será lo mismo. Cuando la ciudad recupera la memoria se vuelve densa.
Ante la fotografía de Agustí Centelles, hasta el mismo Ricard Martínez se quedó desenfocado. No es para menos:
Ante esta barricada, improvisada con los cuerpos de unos caballos rebeldes, empieza la jornada. Un collage de tiempo, donde no sólo se nos hace presente lo que sucedió ante la cámara de Centelles: también el fotógrafo mismo se hace de algún modo visible. Buscamos sus pasos y nos damos de bruces con las coordenadas espaciales donde un click devino icono.
Por sorpresa, el hijo de Agustí, Sergi Centelles, se sacó de una bandolera la Leica III de su padre, todo un regalo para los no pocos fetichistas que le rodeaban.
Por sorpresa, el hijo de Agustí, Sergi Centelles, se sacó de una bandolera la Leica III de su padre, todo un regalo para los no pocos fetichistas que le rodeaban.
Después nos confesó que esta cámara era un modelo idéntico de la que usó Agustí Centelles durante la jornada del Alzamiento en Barcelona. La falta de uso y la necesidad se conjugaron para venderla a un conocido. Sería después que volvería a adquirir ese mismo modelo en Foto Casanova, ese que pudimos ver el sábado fugazmente.
Casi tres horas después, la deriva fotográfica nos deja en La Rambla de Santa Mònica, ante uno e los últimos pollos de ese 19 de julio: el asalto a las Drassanes (Atarazanas). Como apunta Ricard, de derecha a izquierda, Agustí Centelles (nieto), Octavi Centelles (hijo), un soldado leal a la República, Joaquín Ascaso, Francisco Ascaso (a pocos minutos de caer fulminado por una bala), Sergi Centelles (hijo) y Ricard Martínez.
Casi tres horas después, la deriva fotográfica nos deja en La Rambla de Santa Mònica, ante uno e los últimos pollos de ese 19 de julio: el asalto a las Drassanes (Atarazanas). Como apunta Ricard, de derecha a izquierda, Agustí Centelles (nieto), Octavi Centelles (hijo), un soldado leal a la República, Joaquín Ascaso, Francisco Ascaso (a pocos minutos de caer fulminado por una bala), Sergi Centelles (hijo) y Ricard Martínez.
¿Alzamiento?¿con mayúsculas? querrás decir "rebelión", no?.
ReplyDeleteMenudo "pollo" la relación entre el lenguaje y la ideología!
ElniñoLosguindos
Hola, ElniñoLosguindos. Gracias por pasarte y comentar.
ReplyDeleteLo que digo suele ser lo que quiero decir. Alzamiento Nacional es el término mediante el cual los golpistas denominaron el pronunciamiento militar de julio de 1936. Lo de ponerlo con mayúsculas viene obligado al referirme a aquel golpe de estado en concreto. Si la historiografía actual está desterrando el uso de "Alzamiento" para referirse a ese hecho historico me parece estupendo, pero este blog tiene otras pretensiones muchísimo más modestas. Con "Alzamiento" todo el mundo sabe a qué me refiero, y respecto a mis filias y fobias creo que quedan patentes a poco que se atienda a lo escrito.
Saludos.