"(...) lo que siquiera puede ser dicho, puede ser dicho claramente; y de lo que no se puede hablar, hay que callar. El libro quiere trazar un límite al pensar. (...) El límite sólo podrá ser trazado en el lenguaje, y lo que reside más allá del límite será simplemente absurdo."
Tractatus logico-philosophicus, Ludwig Wittgenstein
Tractatus logico-philosophicus, Ludwig Wittgenstein
Hasta aquí, perfecto. Más allá de estas líneas me la pego contra mi sentido del humor. Sí, he sido víctima de una broma, urdida por uno de mis yoes, el de hace unos seis o siete años. Sospecho que tras la llegada del libro a casa, lo abrí para marcar con fosforito toda una constelación de citas que ahora se muestran impenetrables. Tengo serias dudas que haya entendido alguna vez el significado de esas palabras, aun bajo los efectos de una posible intoxicación alcohólica. Pero el libro está ahí, en la mesilla de noche, con indescifrables párrafos subrallados por una mano que tuvo que ser mía. Sí, ya sé que Wittgenstein pedía no decir palabra sobre lo que no se sabía, pero no dijo nada sobre hacer fotos... ¿Y si la fotografía empieza donde acaban las palabras? Como un instrumento de exploración del absurdo...
Si las palabras nos sirviesen tal vez no haríamos fotos. Por nuy absurdo que pueda parecer, nos permite situarnos más allá del límite. ¿Cómo, si no, hablar del absurdo y desconocido juego que supone un campo de fútbol atravesado por un camino?
ReplyDeleteDe un tiemp acá cuando veo una imagen de una portería de futbol me viene a la cabeza la serie de Bleda y Rosa.
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