Wednesday, June 30, 2010
Ara és l'hora...
Wednesday, June 23, 2010
Son las cosas del querer fugaz. Hoy, minifundios.
Será la crisis, pero cada vez aparecen más tronos. Como éste, tronecillo más bien, junto a Sant Vicenç dels Horts. La botella de agua de Lanjarón delata que la princesa no anda lejos. De hecho, está andando bajo el palmeral que se ve al fondo de la segunda fotografía, que corresponde a la gasolinera de... las Palmeras, cómo se iba a llamar sinó. No sé si fue a por un menú, a hacer pis o a comprar pipas, no me quedé a mirar: salí pitando hacia este trono y la ausencia que lo envuelve, que lo marca, que nos mancha...
Friday, June 18, 2010
El eco-trono
Tuesday, June 15, 2010
Refotografía y EGA (II). El estado de lo refotográfico.
Desde los marginales anuncios comerciales donde se muestra el antes y el después de determinado tratamiento de belleza, el cuerpo ha sido objeto preferente de lo refotografiado. En nuestro entorno abundan los ejemplos, como es el caso de “Cronos”, de Pere Formiguera, donde una vez al año los mismos personajes posan su desnudez ante la cámara, en una serie parecida a las albúminas de finales de siglo XIX en que Eadweard James Muybridge viviseccionaba el movimiento (el atroz transcurrir del tiempo, en el caso de Formiguera).
Con el mismo sentido despiadado, en “Máscaras” de Marta Calvo cada personaje fotografiado sujeta en la mano su propio retrato tomado lustros antes y rasgado por la mitad, interponiéndose ante la cámara a la vez que se hace encajar con el rostro actual y envejecido. Este paso de la anécdota a la reflexión sobre la despiadada huella del tiempo sufre una vuelta de tuerca con Gustavo Germano: este autor recupera fotografías cuotidianas donde a alguno de los retratados lo desaparecieron durante la dictadura argentina. La reconstrucción de esa instantánea a día de hoy, con el vacío de los ausentes, da la razón al fotógrafo Martí Llorens al referirse a los tres tiempos de lo refotográfico: el tiempo original, el tiempo actual y el tiempo que media entre ambos.

Izquierda: Berenice Abbot, "Oyster houses at South Street and Pike Slip", 1937.
Derecha: el mismo punto de vista por Douglas Levere, 2002.

Mark Klett y Byron Wolfe (2007), refotografiando fragmentos de una panorámica dibujada por William Holmes (1882)
Arriba, un pino Jeffrey en Sentinel Dome, fotografiado por Ansel Adams en 1940. Abajo, el árbol en 2002, muerto por la sequía. Hoy ya yace caído.
Desde aquí se multiplican las experiencias refotográficas, muchas de ellas sustituyendo el peso del autor por el de la Historia. A resaltar (Juchen, 2005) el trabajo con la ciudad de Dresde de protagonista, visitada por una misma cámara en manos de dos generaciones distintas: pasará de padre (en plena posguerra) a hijo (tras la caída del Muro). Y de una ciudad icono de la 2ª Guerra Mundial pasamos a otra de la mano de Sergei Larenkov, quien se dedica a refotografiar el sitio de Leningrado:
En España, encontramos el trabajo casi inédito del fotoperiodista Paco Elvira y los escenarios de batallas perpetuados esta vez en lienzos, así como las intervenciones de Ricard Martínez en Barcelona, insertando en su ubicación original ampliaciones murales de distintas series de fotos: los bombardeos fascistas sobre Barcelona durante la Guerra Civil (“Projecte Runa”), las instantáneas de Agustí Centelles tomadas durante la sublevación también fascista de Barcelona en julio del 36 (“Forats de Bala”) o a través de un abanico de tiempo de unos 40 años interrogándose sobre las marcas de la violencia de una dictadura en "Repressió i Resistència" (que por cierto, se trata de una instalación recién inaugurada y que nos acompañará este verano). Todos ellos son trampantojos que evidencian que "la fotografía no es un arte sinó un combate con el tiempo. La máquina del tiempo no era pues el artilugio infernal que nos transportaba de una época a otra tal como soñó H.G.Wells, ni tan siquiera el mecanismo misterioso del reloj, sino lisa y llanamente la cámara fotográfica" (Fontcuberta, 1997).
Thursday, June 10, 2010
Trono en la N-340.
Saturday, June 5, 2010
Refotografía y EGA (I) De lo obsoleto de la cámara fotográfica y de la distancia sideral entre lo lineal y lo yuxtapuesto.
La cámara fotográfica tiene algo de invento fuera de hora, como un invitado que llega a la cena pasados los postres. En el Renacimiento se inventó (que no descubrió) la perspectiva cónica. Antes lo representado ocupaba un espacio simbólico dentro de cada escena. El estupor ante tamaño invento lo podemos ver reflejado en la literatura: "dicen que blasfemamos al mirar el mundo con la perspectiva de un asqueroso chucho de la calle porque pintamos del mismo tamaño un tábano y una mezquita, con la excusa de que la mezquita está más atrás, y que nos burlamos de los fieles que acuden a ella. No puedo dormir por las noches pensando en todo esto." (Pamuk, 2003)
En la perspectiva cónica, todo el universo queda reducido a un único punto de vista: el del ojo que mira, el ojo del hombre. Ante él, el mundo se despliega ordenadamente, sobre la misma retícula en que Piero Della Francesca dispone su "ciudad ideal".
Y llega la fotografía.
Casi cinco siglos después.
Muy tarde.
La cámara fotográfica no es otra cosa que una cámara oscura a la que se dota de la capacidad de fijar químicamente esas perspectivas en un soporte. La cámara fotográfica es una máquina de tomar perspectivas. Pero la perspectiva ya no es capaz de explicar el mundo, en tanto el mundo ya no pertenece al individuo: ha hecho aparición en escena la masa. El discurso lineal que lo explica todo se vuelve caduco, es el tiempo de lo yuxtapuesto, lo fragmentario y parcial. Fractales y collage.
La fotógrafa no encontró una manera más eficaz de explicar New York a su hermana que a través de este "collage trouvé".
Xavier Rubert de Ventós propone elevar a categoría estética la obsolescencia: es en el instante en que el objeto se aliena respecto a su uso cuando podemos percibir su sentido estético. Acaso por esto mismo la obsolescencia del invento de la cámara fotográfica la libera de la sumisión a verse como una mera máquina perspectiva y rápidamente las fotografías serán otra cosa. Para empezar, romperán el espacio euclídeo inherente a la perspectiva cónica: lo fotografiado ya no se inserta en un espacio continuo, “lo que ocurre con la fotografía es que es un objeto acabado. Una fotografía está recortada y no forzosamente por unas tijeras o una plantilla, sino por el propio aparato fotográfico. (…) El aparato, en tanto que objeto acabado, recorta una porción de un campo infinitamente mayor. (…) Una vez recortada la fotografía, el resto del mundo se elimina debido a dicho recorte. La presencia implícita del resto del mundo y su expulsión explícita son aspectos tan fundamentales de la práctica fotográfica como lo que se muestra explícitamente” (Stanley Cavell, 1971, “The world Viewed”, Viking Press, New York, citado por Krauss, 2002, p. 140). Pero es que además, como insistirá Walter Benjamín, la cámara obedecerá a un discurso sobre el mundo donde se hace patente el cambio gravitacional de lo lineal y discursivo a lo yuxtapuesto, de lo reflexivo a la propaganda.
Friday, June 4, 2010
trono barrido
Tuesday, June 1, 2010
Ludwig Wittgenstein. 24.
"(...) contemplamos la fotografía, la imagen en la pared, como el objeto mismo (el hombre, paisaje, etcétera) allí representado. Pudo no ser de esta manera. Sería fácil imaginar gentes que no entablaran semejante relación con estas imágenes. Gentes, por ejemplo, a quienes las fotografías causaron repulsión, pues un rostro sin color y quizá un rostro en proporciones reducidas les parecerían inhumanos"
Ludwig Wittgenstein, citado por Susan Sontag en "Sobre la fotografía"